viernes, 13 de junio de 2008

Aterrizamientos




Bueno, ya estoy en casa, llegué anoche, día 12 después de un apacible viajecito en ferry amenizado (y amenazado) por tres grupos de viaje de estudios de instituto que convirtieron el descanso en un deseo casi inalcanzable.

En casa todo en su sitio. El gato no ha crecido pero ha perdido pelo, las plantas han crecido y no parecen haber perdido pelo alguno. Los libros ni lo uno ni lo otro (bueno, algo han crecido con algunos que me he traído...).

Vuelvo con ganas de más bici, así que buena señal, señal de que no se ha exprimido la fuente hasta secarla.

Me acuerdo ahora de toda la gente maja que he encontrado en estos días: Los dos motoristas italianos jubilados que volvían de una ruta por España y con los que estuve charlando en esas horas siempre de nervios previas al embarque en Barcelona; Ercole, el ciclista que me acompañó unos kilómetros cerca de Trieste desde Aurisina hasta la frontera eslovena; Pablo y Carlos dos jóvenes viajeros tranquilos y llenos de curiosidad y su amigo bosnio-croata-argentino con los que pasé un día estupendo en Zadar y que fueron hacia Sibenik después (comedor de estudiantes, cámping-gas, turbofolk, pequeños escorpiones); Niall el peregrino irlandés con el que recorrí la mayor parte de la distancia entre Split y Dubrovnik, compartiendo asfalto, sudor, comida y no poca conversación y risas; el abuelillo que lavaba unas fresas en su jardín al que pedí agua justo al comienzo de la dura subida de la Bocca Trabaria, un buen rato de conversación que dio la sensación de que hubiese podido prolongarse por horas; Javier, el cicloviajero mejicano del camping de Firenze, buena charla también; Lluis, el afable motorista de Banyoles que volvía de una ruta por Italia en el ferry de regreso...

Cada curva, cada sonido, cada pedalada. Dolor y satisfacción. Saber que todo se olvidará. La cualidad casi de sueño de las imágenes que guardo y que se irán paulatinamente disolviendo.

Era estupendo viajar...

2 comentarios:

Te lo dice Kaspar: dijo...

¡Ostras, qué bello!




(¡Bienvenido a... Idiotaca!)

Besines!

Te lo dice Kaspar: dijo...

Digiera, digiera...

(Pero cuélguenos alguna fotico o algo, ¿no?)